16 de diciembre de 2013

Gastronomía en el Elíseo

   Bernard Vaussion ha sido durante cuarenta años cocinero y en los últimos ocho  jefe de cocina del Elíseo. Ahora al jubilarse nos cuenta los secretos de los fogones que han alimentado a los presidentes de la República Francesa. Nos descubre las paradojas de Georges Pompidou, entusiasta del arte moderno y amante de la cocina tradicional. El centro que lleva su nombre sigue sorprediendo hoy por su vanguardismo casi cuarenta años después de su inauguración, sus tubos se siguen imitando  y continúan aparentando modernidad allí donde se colocan. Sin embargo, en la mesa optaba por soluciones más sencillas y tradicionales.
   Le sucede Valéry Giscard d´Estaing. Europeísta convencido, muestra un gran entusiasmo por la gastronomía que le lleva a escoger personalmente los menús, instalando un estilo más moderno que su predecesor. Muestra su debilidad por los huevos revueltos con trufas, la elegancia cuando se viste de sencillez suele alcanzar grandes cotas.
   Le sucede el presidente socialista François Miterrand, catorce años al frente dieron tiempo para muchas actuaciones políticas y para bastantes comidas con pescado y mariscos, las ostras eran una de sus debilidades junto al foie. Puede que estos productos excelsos le ayudaran a inspirarse para alguno de sus proyectos grandiosos, como la Pirámide del Louvre o el Arco de la Défense. Sin duda tuvo un reinado feliz.
   Jacques Chirac, simpatizante comunista en su juventud para militar después en la derecha, también es variable en sus gustos culinarios. Le encanta la tradición regional francesa y asimismo la gastronomía china, mientras muetra su debilidad por la cerveza Coronita. A eso le llaman jugar con las dos piernas.
   El siempre inquieto Nicolas Sarkozy buscaba platos rápidos y simples -llevaría prisa o eso le parecería a él, sobre lo de simple no voy a escribir ningún chascarrillo, sería demasiado fácil-, no cabe duda de su inquietud permanente. Para combatir la crisis eliminó el caviar y los quesos franceses. El primero no debería haber estado nunca en una cocina que pagan los contribuyentes y los segundos son un lujo culinario pero no pecuniario. ¡Un francés renunciando a sus quesos! ¡No lo puedo creer! Debería haber sido despedido de su cargo por  herejía de forma fulminante.  Claro que acumuló otros deméritos políticos que sí resultaron definitivos para su salida de la presidencia, aunque evidentemente el asunto del queso pudo ser definitivo. En otros países aún no podemos elegir a nuestro jefe de estado pero, tranquilos, ya falta menos.
  

17 de noviembre de 2013

Menú en los Premios Príncipe de Asturias

   En la última entrega de los Premios Príncipe de Asturias se ofreció a todos los premiados y al séquito que acompaña al príncipe heredero, un menú típico asturiano: fabada, pitu de caleya -pollo de corral- y arroz con leche. La verdad es que la fabada ya es un primer y un segundo plato, una receta antigua ejemplo de la hoy tan moderna fusión en la cocina. El pollo sería en este caso un tercero, exagerada cantidad de comida para comensales tan descansados. El arroz constituye el postre honorífico, se prepara en Asturias de forma extraordinaria. Sería curioso ver la reacción de comensales de tantos lugares del mundo ante esta comida tan contundente.
   Y es que en estos premios no falta de nada, fanfarria y oropeles a tutiplén, todo sea con motivo de ensalzar la figura del futuro monarca en una sociedad dividida con respecto al modelo de la jefatura del estado. Mientras algunos siguen danzando alegres en la rueda de esta institución medieval, muchos empiezan a alzar la voz para intentar democratizar esta institución. Una buena parte de la población española se ha rasgado las vestiduras ante las corruptelas de la familia real, como si la historia permitiera estas sorpresas. Los Borbones tienen un currículum destacado en este tipo de fechorías a lo largo de la historia.
   Las televisiones ofrecen imágenes destacadas de la ceremonia pero es muy difícil encontrarlas de la manifestación, cada año más numerosa, que se celebra en la plaza anexa al Teatro Campoamor para protestar contra esta mascarada. Tampoco entrevistan a ninguno de los asistentes, será que no consideran interesantes sus opiniones, no vayamos a pensar que es una censura. No, de ninguna manera, estamos en una democracia y eso son asuntos del pasado.
   La mayoría de los premiados a lo largo de tantos años tienen muchos méritos en sus respectivas áreas pero la verdad es que resulta un poco difícil de comprender que, en un país asolado por la crisis en el que los enfermos  tendrán que pagar sus medicamentos en el hospitales, mientras se cierran centros de salud y se despide a profesores de forma masiva, es difícil de entender, escribía, que se le den 50.000 euros de premio a un tipo por jugar al golf. ¡Menos mal que no hay dinero! A mí me resulta incomprensible y muy difícil de digerir.

16 de octubre de 2013

Helado pasiego

    Las tierras del Pas son de una belleza extraordinaria y están pobladas por gente fascinante. Los pasiegos en el siglo XIX buscan alternativas a la ganadería y, además de ser nodrizas de alta alcurnia, empiezan a vender helados de forma ambulante, así como galletas, barquillos, castañas asadas, o quesos. En verano se acercaban a Santander y otras poblaciones, llegando incluso a Francia. Luis Ortiz fue un muchacho de San Pedro del Romeral obligado a emigrar por la dureza de los tiempos. Se instaló en Marsella y vendía barquillos y castañas asadas en invierno. Allí conoce a una joven de Vega de Pas, Mercedes Martínez de la Maza, también vendedora ambulante como él, y se casa con ella. Estamos en 1912. Grandes trabajadores y emprendedores, una década después deciden fabricar sus propios helados, Glaces Ortiz. Con sus carritos iban donde hubiera posibilidad de vender; cines, espectaculos o parques.
   Un americano inventa el bombón helado y deciden comprar maquinaria de alta tecnología para fabricarlos y poder venderlos. Tienen un gran éxito de ventas, sobre todo entre los soldados americanos instalados en Saint-Diziers debido a la Segunda Guerra Mundial. Luis y sus hijos van ampliando el negocio y lanzan una campaña publicitaria impactante. Sabiendo que hay tropas americanas atrapadas por los alemanes, les hacen llegar sus helados y carne de pavo en dos aviones militares para que celebren la navidad. A la muerte del patriarca, sus hijos Luis y Vidal compran pequeñas empresas del sector y registran en 1951 la marca Miko. Había nacido una empresa multinacional.
    Los heladeros pasiegos llegaban con el buen tiempo, eran siempre bien recibidos. Quedan ya pocos artesanos pero en Ontaneda hay uno que produce unos helados magníficos. Cuenta la leyenda que no hace mucho una joven santanderina estaba enamorada del helado de queso de este heladero. Fue a encargarle un pedido grande para su boda pero este se negó a servírselo porque no atendía este tipo de encargos. No hubo manera de convencerle, así que armada de paciencia y ayudada por sus familiares, se dedicó durante semanas a desplazarse hasta esta localidad y comprar pequeñas partidas que iba guardando para ese día tan importante.
   Doy fe de  la certeza de la leyenda  y a nadie que conozca un poco a los pasiegos le extrañará. Y también afirmo sin titubeos que el helado en cuestión es un manjar extraordinario. Esencia de esencia de la esencia. Un sabor perdido en la historia, este tipo de productos elaborados se ha perdido con la industrialización, con la necesidad de vender cada día más. Nos queda apenas una sombra alojada en alguna esquina de la nostalgia. Sabe a vaca y es un helado que te pide un trago de vino. Una delicia.

16 de septiembre de 2013

Relaxing cup of café con leche

   Sí, ya sé que se han escrito páginas y páginas sobre el tema pero la tentación de crear una más es irresistible. Todo el mundo conoce las bondades de un café, té o cualquier tipo de infusión después de una comida, especialmente si es copiosa. Claro que a mí me habían contado que el café tenía cafeína, un excitante del que no hay que abusar pero es posible que a algunas personas les relaje, no lo sé.
   El problema de la intervención de la alcaldesa a la que nadie ha votado para serlo no es que no sepa inglés, aunque ocupando un cargo como ese la verdad es que se podía haber preocupado de estudiarlo. Pero no pasa nada, ningún presidente de gobierno español se ha defendido en esta lengua universal. Al fin y al cabo es una nación con un gran retraso en la enseñanza de idiomas, aún conservamos prácticas tan pintorescas como doblar las películas. Uno puede usar intérpretes y, sin dar una imagen brillante, salir del paso, si el discurso está a la altura del momento. Escribía por tanto que lo más grave no es ignorar el inglés, sino la penosa y lamentable imagen que ha ofrecido esta señora ante el mundo. ¿Qué pensarían los miembros del COI ante aquella sucesión infinita de mamarrachadas? ¿Cómo nos verán a los españoles después de ese ridículo descomunal, que ningún humorista, ni el más brillante, hubiera sido capaz de crear? ¿En qué mundo viven nuestros políticos que son capaces de llegar a situaciones tan grotescas, recuperando con alborozo el esperpento, no como género literario, sino como autorretrato?
   Se habla mucho de la falta de una segunda transición que regenere el mapa político. Si no se produce pronto, las consecuencias pueden ser muy graves, no sé si esta democracia tan joven y tan maltratada podrá resistirlo.
   Para finalizar, un par de preguntas muy fáciles. ¿Cuál es la pareja del gato? Muy bien, la gata. ¿Y la pareja de la mamarracha? Muuuuy bien, ¡el mamarracho!

15 de agosto de 2013

Más cerámica de Picasso

   El artículo sobre la cerámica de Picasso es el más visitado de este blog con diferencia. Todos los días lo mira alguien de cualquier punto del planeta, la procedencia es de lo más variada. No sé la razón, puede  que alguien haya puesto un enlace en una página muy visitada.
   Estaba yo en el Museo Hermitage, acoquinado por las riadas de turistas que invaden San Petersburgo durante el verano, e intentando buscar algún espacio libre entre todos aquellos individuos que pretendían con insistencia fotografiar todos los cuadros a su alcance. ¿Cómo pueden permitir las cámaras en este templo del arte? Permanecen delante de cada cuadro enfocando e intentando obtener una instantánea, que será con toda seguridad de una calidad pésima. Una simple tarjeta postal de la tienda es mucho mejor. Algunos creo que verán las obras en casa porque en el museo solo lo hacen a través de la pantalla de su cámara. Los atascos que forman son similares a los que ocasionan los automovilistas que vuelven todos a su ciudad el domingo a la misma hora. Como siempre, cuando te alejas un poco del centro, no hay nadie y pude ver el arte del siglo XX con toda comodidad. Magnífica la colección de Matisse. Pissarro, Monet, Manet, entre otros, y, al final de este pasillo, ¡oh sorpresa!, más cerámica de Picasso. Me encanta; la sencillez unida al talento siempre emociona. Con dos brochazos da vida a estos utensilios ideados para transportar alimentos y bebidas, los eleva a una potencia ilimitada. Una delicia este postre del Hermitage.
   Y claro, la tentación de escribir una segunda parte era irresistible.









30 de junio de 2013

Carta a Sergi Arola

   Estimado Sergi Arola:
En primer lugar lamentar la situación en la que se encuentra por haber precintado Hacienda la bodega de su restaurante. Pero me han chocado bastante sus declaraciones, quizá confundido por el disgusto. Afirma que el impago a la Seguridad Social y a Hacienda es debido a un error de dos gestores. Hombre, los impuestos no se dejan de pagar por olvido, puede uno equivocarse en un dato pero no en omitir el pago de 300.000 euros, eso no se lo cree nadie. Además podría usted querellarse contra sus gestores, que tendrán un seguro de responsabilidad civil para afrontar fallos en su gestión.
   También afirma que así le pagan todos estos años de representación de su país. No, mire, usted tendrá mucho mérito por su trabajo pero igual que un carpintero, un maestro, un camarero o un médico. Todos cumplen su función, todos son necesarios en la sociedad y todos pagan sus impuestos. Si usted se cree una estrella y más importante que los demás, entonces no ha asimilado su éxito, necesita buscar un equilibrio que ha perdido. Hasta el futbolista Messi ha pagado sus impuestos sin rechistar cuando le han pillado en un renuncio.
   Pero me llama más aún la atención al sugerir que se va a ir fuera a trabajar. Igual el procedimiento de Hacienda no ha sido el más correcto, es posible. Pero si usted se va a instalar en otro país, va a tener que pagar sus impuestos religiosamente. Porque no me imagino que se establezca en Gabón o en Somalia, donde estos menesteres de las tasas y las contribuciones se descuidan con facilidad. Irá a una nación desarrollada y ahí los impuestos son muy importantes; con ellos se construyen carreteras, escuelas y hospitales y mejoran el nivel de vida de los ciudadanos para que puedan ir a restaurantes como el suyo, ya ve que todo repercute en la sociedad y en uno mismo.
   Deseando que resuelva sus problemas con el fisco, me despido con un saludo.

16 de junio de 2013

¿Qué comerán los amigos de Neymar?

   Contaba la prensa días atrás que, en el contrato del Barça con el fichaje rutilante Neymar, había una cláusula que incluía el viaje y la manutención de los amigos del jugador desde Brasil hasta Barcelona cada dos meses. Extrañas prácticas nos resultan a los que no estamos adocenados por el fútbol y sentimos un vértigo desasosegante al mirar con calma y desolación el panorama económico español.
   En la eliminatoria entre el Real Madrid y El Borussia Dortmund se dio un caso muy curioso; la entrada más cara en el partido de  Alemania tenía el mismo precio que la más barata de Madrid. Algo falla en nuestro país, pero algo serio, tenemos un problema grave. 
   Pues sí, el fútbol es el opio del pueblo. Y sí, necesitamos una reflexión. Dicen que las crisis sirven para analizar y reorientar, no sé si la aprovecharemos para hacerlo pero es una oportunidad. Nuestros politicuchos no están a la altura de las circunstancias pero es posible que el pueblo llano tampoco lo esté. Detengámonos un momento, busquemos un momento de serenidad y análisis, y pongámonos en pie para luchar por lo que es nuestro.
   He encontrado una foto del jugador brasileño y su pandilla en internet pero no la pienso colgar. ¿Qué comerán los amigos del jugador brasileño cuando estén en España? ¡Me importa un bledo!

30 de mayo de 2013

THE TRIP o el absurdo del doblaje

   Había leído unas buenas críticas sobre la película The trip y fui a verla al cine, costumbre en desuso en una sociedad que no gasta siete euros en una entrada pero sí en una copa, por algo será. Soy aficionado a las películas subtituladas -sí, ya sé que soy un poco rarito, pero fuera de España es lo normal- porque nunca he entendido que le cambien la voz a un actor, igual que no comprendería que alguien colorease el Guernica de Picasso. Pero son pocas las salas que te lo ofrecen, así que hay que hacer a todo. Esta vez el absurdo llega a límites insospechados, nadie sería capaz de imaginar tal desatino. Una pareja de cómicos hacen un viaje gastronómico para escribir un reportaje para un diario. Se pasan la película haciendo imitaciones de actores conocidos y uno no sabe muy bien si están imitando a los originales o a los dobladores españoles de esos actores, ya que el despropósito continuo es de tal magnitud que incluso llegas a sospechar con bastante fundamento que te están tomando el pelo. Si añades que cantan un par de canciones con las voces originales, evidentemente distintas a las dobladas, acabas por ver claro que estás ante un asesinato cultural en primer grado y sin atenuantes de ningún tipo.  
   Puede que la película sea buena en versión original pero, desde luego, rodar una obra sobre un par de individuos que hacen una ruta culinaria para escribir unos artículos y no tienen ningún conocimiento sobre la materia y carecen por completo de emociones y entusiasmo ante nada de lo que comen, no parece un planteamiento muy interesante. Y para rematar no traducen el título. ¡Buf! Un viaje a ninguna parte.
   


15 de mayo de 2013

Volver a la naturaleza


   Los cambios fulgurantes producidos en nuestro país en las últimas décadas han tenido diversas consecuencias; una, la proliferación como setas de los llamados nuevos ricos, auténticos y ridículos personajes que buscan siempre los productos más caros, porque confunden el precio con esa elegancia que buscan infructuosamente. Y dos, el alejamiento visceral que ha tenido la población de la naturaleza, hecho insólito en nuestro entorno, donde países más avanzados han conservado y desarrollado su sensibilidad ecológica.
   La historia siempre se mueve como un péndulo y parece haber diversas tendencias que preconizan la vuelta a la naturaleza. Aquí tenemos a Josep Pàmies, un agricultor comprometido que ha cambiado sus posturas y nos ofrece una visión sorprendente sobre la realidad de la alimentación.



30 de abril de 2013

Emprendedores

   Cuentan que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio, la necesidad obliga a reinventarse, a crear. Una joven pareja ha abierto en Santander una tienda, en la que elaboran su propio foie para venderlo junto a otros productos relacionados con este producto. La Boutique del Foie. Esperan que internet sea una fuente importante de ventas. Trabajadores de la hostelería se fueron a Francia para aprender todo lo relacionado con este género. Y el resultado es magnífico y a un precio muy interesante.
   Sí, aquí hay pasión. Sin ese ingrediente fundamental es imposible lanzarse a esta aventura de  alto riesgo, por mucha maña que se ponga en el trabajo. Solo hay que escucharles hablar de su proyecto para verlo con claridad. En un sótano muy acogedor, decorado como una bodega por un grafitero, harán catas y otros actos gastronómicos.


15 de abril de 2013

Cordero a la estaca

   George R.R. Martin es un escritor famoso por ser el autor de las novelas Canción de hielo y fuego, adaptadas para la televisión bajo el título de la primera de ellas, Juego de Tronos. Ni el género literario que practica, ni la serie televisiva forman parte de mis debilidades estéticas, aunque hay que reconocer que su éxito es aplastante, por algo será. Pero no aparece en estas líneas por sus habilidades narrativas, sino por una anécdota que me ha llamado la atención. Fue invitado a Asturias para participar en el festival Celsius 232 y puso como condición innegociable para asistir, poder participar en una corderada a la estaca. No solo había un propósito culinario -que también-, sino que le serviría como  documentación para la próxima novela de la saga. Este hombre es un crack, su aspecto algo telúrico y  bastante bonachón comienza a resultarme simpático. Quiere introducir en su próxima obra un episodio con este tipo de comida, que se conserva en muy pocos lugares del mundo. Parece que la gastronomía está muy presente en la obra citada, donde la caza tiene un gran protagonismo. Veremos si en el futuro encontramos influencia de la cocina asturiana en sus libros. ¿Algún personaje escanciando sidra? Todo el mundo atento.



30 de marzo de 2013

La Huertona

   La Huertona es un restaurante situado en el pueblo homónimo cercano a Ribadesella, en el Oriente de Asturias. Enclavado en un lugar único, rodeado por un alarde de naturaleza verde, posee un comedor muy acogedor, que permite disfrutar de todas las vistas. Es uno de los templos de los fogones asturianos, aunque no goza, de forma incomprensible, del reconocimiento de esa guía gastronómica que se ha adueñado del arbitraje de la cocina mundial. Seguramente lo habrán conseguido por méritos propios pero aquí han patinado año tras año, pues el trabajo continuado y brillante en los fogones de este local, su creatividad ilimitada, su servicio cuidadoso y sus excelentes instalaciones merecen desde hace mucho tiempo la deseada estrella.
   Todos los locales de restauración tienen sus platos destacados, esas joyas que los identifican. Aquí todo lo que sale de la cocina tiene su toque mágico, su sello de autor, un punto marcado que lo hace único. Y, además en muchas ocasiones, disfrazado bajo una apariencia sencilla, sin artificios ni aparantes complejidades. Esta característica, que lo excelente y complejo parezca sencillo, es lo que distingue lo magnífico de lo genial. Una rodaja de pulpo sobre una patata chip puede parecer muy simple y una croqueta de manzana con foie, muy engorroso. En ambos casos, y muchos más, el resultado es apabullante.



15 de marzo de 2013

En busca de los antipasti perdidos

   Hace muchos muchos años, en la vieja y  fascinante Roma, encontramos un restaurante estupendo y de precio no demasiado elevado para lo que suele acostumbrar esta ciudad. Una buena señal era que, además de bastantes turistas despistados, había muchos romanos. La comida fue excelente y el trato inmejorable. Pero, de toda la comida, se me quedó grabado el inicio, anécdota incluida. Habíamos pedido unos antipasti, que vendrían a ser nuestros entremeses. Nos pusieron un plato vacío a cada uno y esperamos el comienzo de la comida con ansiedad. Parecía que se retrasaba  pero mantuvimos el tipo. Y en esto llegó un camarero y nos preguntó si no comíamos. Pues estamos esperando. Y con los aspavientos propios de un típico italiano, nos explicó que teníamos que coger el plato y servirnos de un bufé que había no muy lejos, era la costumbre. Se suponía que debíamos saberlo pero era nuestra primera comida fina en Italia y nuestros primeros antipasti. Nos reímos bastante y nos servimos unos cuantos, verduras en su mayoría. Una delicia.
   Después viene la consabida historia; la búsqueda en tu país de lo que has descubierto fuera, la mayoría de las veces con resultado negativo y en este caso catastrófico. Porque no hemos encontrado nada que se le parezca ni de lejos. Pero siempre está bien tener algo pendiente. Y así seguimos; en busca de los antipasti perdidos.



28 de febrero de 2013

Bacalao Skrei en el Cafetín de Lastres

   Los países nórdicos viven muy apegados a la pesca. Forma parte de su historia y de su cultura. En la Islas Lofoten la llegada del bacalao en invierno tiene una marca nítida en su calendario. Vienen desde el Oceano Ártico para desovar en estas aguas limpias y templadas. Durante este viaje de miles de kilómetros su alimentación varía y sus músculos se ejercitan al máximo. Su carne es firme, muy blanca, con una textura especial y el punto de grasa adecuado. Esto unido al mimo con el que se cuida el producto -pescado en el momento del desove de forma limitada y con una supervisión esmerada del género hasta que llegue al consumidor- lo convierte en una maravilla gastronómica.
   En el pintoresco pueblo asturiano de Lastres varios restaurantes llevan por segundo año consecutivo presentando unas jornadas sobre este tipo de bacalao. Nos acercamos hasta El Cafetín y disfrutamos de un menú generoso y realmente exquisito. Semicarpaccio, marinado en ensalada, cebollas rellenas, en raviolis, al pilpil, a la brasa. Una exhibición y un deleite para los sentidos.
   Desde el año 2009 dos jóvenes emprendedoras han dado un estilo nuevo y atrevido a este histórico local. Acogedor y con un trato delicado, la cocina se muestra a través de una carta corta pero sugerente. Deferencia en la sala y sutileza en los fogones.  Habrá que volver.



15 de febrero de 2013

Comer o no comer

   La historia de la humanidad es la crónica de unos pocos acaparando la comida de todos los demás. Y la acumulación no tiene límite, da igual lo que se tenga, siempre se quiere más, aunque nadie sepa qué van a hacer con tanto. La literatura ha narrado con brillantez las desigualdades a lo largo de los tiempos. La novela picaresca reflejó en el Siglo de Oro español que no todo era gloria y riqueza, sino que, como siempre, la mayoría de la población ni olía el esplendor imperial de nuestro país. El Lazarillo de Tormes cuenta las penurias como nadie, al igual que Quevedo en El Buscón. Viendo que con su nuevo amo tampoco iba a tener fácil procurarse sustento, Lázaro le comenta: “Señor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios”. Y le contesta su nuevo señor: "Virtud es esa -dijo él- y por eso te querré yo más, porque el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien”. Austeridad y resignación por parte de los más humildes,  dos características que se repetirán a lo largo de los tiempos.
Pero igual que ahora, siempre había alguien que guardaba lo que no necesitaba. Rabelais narra las necesidades de Gargantúa, su apetito desmedido: “Se desayunaba con fritada de tripas, buenas parrilladas, buenos jamones, buenos asados. Comenzaba su almuerzo con una docena de jamones, algunas lenguas de buey ahumado, embuchados, morcillas, y otros auxiliares del vino por el estilo. Mientras tanto, cuatro de sus criados, uno tras otro, vertían en su boca sin interrupción la mostaza, a paletadas. Bebía luego un tremendo trago de vino blanco para solazarse los riñones sin dejar de comer hasta que sentía bien tirante la panza.
Porque Gargantúa en su desmesura se limpiaba los dientes con una pata de cerdo y hasta llega a comerse seis peregrinos, aunque sin intención, ya que éstos estaban escondidos entre unas lechugas en el huerto. Atemorizados, no se atreven a avisar al gigante, el cual, después de lavar las lechugas, las lleva al plato y allí las devora, junto con los peregrinos que entran enteros en la boca y así serán expulsados cuando el gigante tosa y escupa a causa del daño que uno de ellos le ha ocasionado en el nervio de una muela, eso sí, sin querer".
   Pues poco ha cambiado el mundo; la mayoría de la población pasa grandes apuros, igual que Lázaro, mientras algún ricachón insaciable paga impuestos en Irlanda y no en España para ahorrarse unos euros. Eso sí, a cambio de contemplar impasible cómo se desangra lentamente su país, podrá ascender algún puesto en la lista de los hombres más ricos del mundo. Y qué decir de ese banquero que tenía cuentas ocultas en Suiza, siempre hay que ahorrar algo en impuestos, que luego se lo gastan en ayudar a los parados o les da por construir escuelas y hospitales, a quién se le ocurre. Y nuestros políticos recortando y recortando en gasto social con una mano, mientras utilizan la otra para llenarse los bolsillos con dinero negro robado a los contribuyentes. Esto está lleno de Gargantúas devoradores y aniquiladores. Y la obligación de quienes tenemos conciencia social es luchar contra ellos, combatir por un mundo más justo. Porque el que calla..., otorga.


30 de enero de 2013

La parte de los ángeles

   La parte de los ángeles es una de las películas más divertidas que he visto desde hace mucho tiempo. Ken Loach sugiere y presenta, sin apuntar al dogma, temas de profundo calado social. Un grupo de jóvenes marginales cae en manos de uno de los personajes más interesantes del cine actual, un hombre que dirige obras con personas condenadas a trabajos sociales. Su vida no llama la atención de nadie, pasa de puntillas por el mundo pero tiene unos valores morales inquebrantables. 
   Toda esta historia se presenta ambientada en el mundo del whisky -la versión güisqui de la Real Academia Española me resulta ridícula-, un ambiente del que lo desconozco todo pero que he comprobado que tiene muchas similitudes con el del vino. Catas, olores, bodegas, pasión, placer, matices, sutilezas. Uno sale del cine con muchas reflexiones sobre la desigualdad de oportunidades, la injusticia social, la marginación y con un deseo de tomar una copa de este licor legendario, agua de vida en su origen gaélico y agua de fuego para los indígenas americanos, empujados al alcoholismo por la desmedida ambición occidental.
   No desvelaré nada sobre el título de la película porque merece la pena descubrirlo ante la gran pantalla, lugar ideal para ver cine, aunque algunos hayan renunciado a ello con la excusa de ahorrarse unos durillos, dada la impunidad existente ante el pirateo. Y lo más incomprensible es que esta deserción masiva e inverosímil se está efectuando con auténtico entusiasmo.
    Ken Loach le vuelve a pedir a George Fenton que se ocupe de su banda sonora con excelente resultado. No duda en introducir un tema de los escoceses The Proclaimers -I´m gonna be-, muy adecuado con el espíritu optimista de la película.
   He podido verla en versión original y no sé cómo soportará el doblaje, me temo que mal pues es complicadillo. No se la pierdan bajo ningún concepto, es un peliculón.



15 de enero de 2013

¿Por qué no aplaudimos a Beethoven?

    Estuvimos este otoño en Oviedo en un concierto de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) interpretando la novena sinfonía de Beethoven. Imposible no estremecerse con la obra de este compositor genial y abrumador. En estas ocasiones es más evidente aún la grandeza de la música en directo, nada que ver  con la frialdad del disco. Recuerdo salir emocionado de un concierto de Eleftheria Arvanitaki, poner su disco en el coche y  sufrir una tremenda decepción. Tambien lo contrario: escuchar en el coche el entonces último disco de Mike Olfield -Guitars- sin encontrarle nada especial, llegar al concierto, oír estos mismos temas y quedar entusiasmado. La música se ha escrito para ser escuchada en un recital;  los músicos y el público frente a frente.
   Dirigía la orquesta Rossen Milanov  y los coros los interpretaron El León de Oro y el Coro Lírico de Cantabria. Cerca de doscientas personas trabajando codo con codo al servicio de una obra majestuosa. Mucho tiempo de ensayo para conseguir engarzar la obra, lejos de esta época de prisas y apremios. Creo que es la única composición musical declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En todo caso, no es una sinfonía más, es la expresión máxima de un genio con un talento enorme. Su popularidad hizo que la sala del Auditorio Príncipe Felipe estuviera llena a rebosar, a pesar de que los días anteriores hubo otros conciertos similares en las otras ciudades asturianas. El público disfrutó y repartió aplausos entre el coro, la orquesta y el director con todo merecimiento.
   Al finalizar nos fuimos a la Sidrería Muñiz, chigre tradicional en la estética, el servicio y la comida. Destaca por su excelente pollo frito, una fritura con una finura única que le da una merecida fama al local. También se merece por ello unos aplausos.
   Pero después de tanta ovación, yo me pregunto por qué no aplaudimos a Beethoven ni a ningún compositor en los conciertos. Al fin  y al cabo ni la orquesta, ni el coro, ni el director, ni el público hubiéramos acudido a la gala sin la intervención del músico. Y lo único -y lo mucho- que hacen los que están sobre el escenario es interpretar correctamente lo que una mente privilegiada diseñó. Pero nadie pide al final un aplauso para el compositor. ¿Por qué? ¿Por qué no aplaudimos a Beethoven?