30 de junio de 2013

Carta a Sergi Arola

   Estimado Sergi Arola:
En primer lugar lamentar la situación en la que se encuentra por haber precintado Hacienda la bodega de su restaurante. Pero me han chocado bastante sus declaraciones, quizá confundido por el disgusto. Afirma que el impago a la Seguridad Social y a Hacienda es debido a un error de dos gestores. Hombre, los impuestos no se dejan de pagar por olvido, puede uno equivocarse en un dato pero no en omitir el pago de 300.000 euros, eso no se lo cree nadie. Además podría usted querellarse contra sus gestores, que tendrán un seguro de responsabilidad civil para afrontar fallos en su gestión.
   También afirma que así le pagan todos estos años de representación de su país. No, mire, usted tendrá mucho mérito por su trabajo pero igual que un carpintero, un maestro, un camarero o un médico. Todos cumplen su función, todos son necesarios en la sociedad y todos pagan sus impuestos. Si usted se cree una estrella y más importante que los demás, entonces no ha asimilado su éxito, necesita buscar un equilibrio que ha perdido. Hasta el futbolista Messi ha pagado sus impuestos sin rechistar cuando le han pillado en un renuncio.
   Pero me llama más aún la atención al sugerir que se va a ir fuera a trabajar. Igual el procedimiento de Hacienda no ha sido el más correcto, es posible. Pero si usted se va a instalar en otro país, va a tener que pagar sus impuestos religiosamente. Porque no me imagino que se establezca en Gabón o en Somalia, donde estos menesteres de las tasas y las contribuciones se descuidan con facilidad. Irá a una nación desarrollada y ahí los impuestos son muy importantes; con ellos se construyen carreteras, escuelas y hospitales y mejoran el nivel de vida de los ciudadanos para que puedan ir a restaurantes como el suyo, ya ve que todo repercute en la sociedad y en uno mismo.
   Deseando que resuelva sus problemas con el fisco, me despido con un saludo.

16 de junio de 2013

¿Qué comerán los amigos de Neymar?

   Contaba la prensa días atrás que, en el contrato del Barça con el fichaje rutilante Neymar, había una cláusula que incluía el viaje y la manutención de los amigos del jugador desde Brasil hasta Barcelona cada dos meses. Extrañas prácticas nos resultan a los que no estamos adocenados por el fútbol y sentimos un vértigo desasosegante al mirar con calma y desolación el panorama económico español.
   En la eliminatoria entre el Real Madrid y El Borussia Dortmund se dio un caso muy curioso; la entrada más cara en el partido de  Alemania tenía el mismo precio que la más barata de Madrid. Algo falla en nuestro país, pero algo serio, tenemos un problema grave. 
   Pues sí, el fútbol es el opio del pueblo. Y sí, necesitamos una reflexión. Dicen que las crisis sirven para analizar y reorientar, no sé si la aprovecharemos para hacerlo pero es una oportunidad. Nuestros politicuchos no están a la altura de las circunstancias pero es posible que el pueblo llano tampoco lo esté. Detengámonos un momento, busquemos un momento de serenidad y análisis, y pongámonos en pie para luchar por lo que es nuestro.
   He encontrado una foto del jugador brasileño y su pandilla en internet pero no la pienso colgar. ¿Qué comerán los amigos del jugador brasileño cuando estén en España? ¡Me importa un bledo!